Exposición el mural del instituto Santa Eulàlia


La exposición del mural del instituto santa Eulàlia muestra todo el proceso creativo de este proyecto, desde su inicio en enero de 2020 hasta la actualidad, y en este recorrido cronológico también explica la incidencia que el virus del covid ha tenido sobre el mismo y como ha sacudido nuestros planes, haciendo extrapolables muchos de estos sentimientos a otras realidades tan obreras y precarias como la nuestra.

El mural es una propuesta que me hace el centro cultural santa Eulàlia para colaborar con el instituto del barrio

Articule el proyecto en tres fases, la de un taller, la pintada y una exposición final con obras de estudio.

La exposición se divide en 5 instalaciones, la primera de ellas esta dedicada al taller realizado con los alumnos de la clase optativa de dibujo de cuarto de la ESO. En clase dividimos a los 14 alumnos en parejas para trabajar valores y temas de actualidad y transformar sus ideas en diseños que formarían parte del mural.

En esta parte de la exposición hay un reportaje fotográfico del ultimo día del taller, cuando utilizando las dos pizarras del aula encajamos todo el trabajo realizado por las siete parejas, formando una única pieza que seria el diseño final del proyecto, el reportaje esta acompañado de un facsímil de como quedo la pizarra original y en el que se puede leer los valores y temas trabajados durante el taller como son la diversidad, la cultura + ciencia, la educación, la igualdad de género, la lucha LGTBIQ+, la cooperación y la ecología.

La segunda instalación de la exposición es una reproducción de 6 metros del mural, pero solo trazado en negro y acompañada de un arco de globos de colores y confeti.

La idea original es que esta zona fuera interactiva dejando materiales de pintura y que los visitantes pudieran pintar en la reproducción, representando así en la sala el momento de la pintada.

Dándole una vuelta más también tenía en mente pedirles a los visitantes que reventaran un globo antes de pintar y así ver de una forma mas visual como el color pasaba de fuera a dentro de la obra a través de las intervenciones del público, pero debido a las medidas anticovid toda la parte performativa se tuvo que suprimir y finalmente el montaje queda con la obra en blanco y negro y los globos de colores fuera representando el estado de animo alegre y festivo de la experiencia.

La tercera instalación es un reportaje fotográfico de la pintada formado por 140 fotos de las mas de 1200 que se tomaron.

Las fotografías forman un muro y muestran el funcionamiento de las sesiones, en ellas teníamos dos maletas una con sprays y otra con pinturas plásticas, los alumnos elegían la técnica que preferían y funcionaban por libre con una tutoría mínima, al incluirlos en todo el proceso creativo lo sentían como algo propio y se notaba la motivación cada vez que les explicaban la simbología a los transeúntes curiosos.

El buen fluir de todo este proceso me permitió documentar a la perfección todos los momentos.

La pintada duro todo el mes de febrero y en marzo mientras preparábamos la última parte del proyecto que era la exposición y donde los alumnos tenían que crear obras de estudio con las temáticas tratadas en el mural, llego el coronavirus truncando todos nuestros planes.

Después de eso fue imposible retomar el proyecto como teníamos en mente y para rematarlo poco después los alumnos que eran de 4 de ESO siguieron su educación en otros centros.

Dando por cancelada la exposición y en pleno confinamiento tomé prestados los temas y valores del mural y desde una perspectiva más realista, que por otra parte era la única que me dejaba ver toda la ansiedad que me producía la situación, empecé a trabajar en nuevas obras que contraponían las realidades sociales del momento con todos esos deseos que proponíamos en el mural.

En la cuarta instalación de la exposición encontramos otro arco con letras inflables donde se puede leer crisis existencial y esta vez el color se encuentra en dos inflables extraños y casi marciano que nos recuerdan al virus del covid.

Las tres obras que hay detrás de la instalación tratan sobre el Black Lives Matter, la lucha por la ley trans y la ecología saliendo de un pantano radiactivo.

la quinta y última instalación son unos bolos que van de blanco a negro, y tres obras más: un arte retrato donde no me reconozco, la otra sobre el individualismo y la ultima que enfrenta el arte contra el capitalismo.

Se puede decir que la exposición tiene tres narrativas diferentes la primera parte con el taller, el diseño y el reportaje de la pintada.

La segunda con la serie de seis dibujos que muestras la dureza del confinamiento, encarando el enfoque naif de los conceptos sociales en el mural comunitario con el enfoque más realista de los mismos temas durante el confinamiento.

Y una tercera narrativa a través de los inflables que comprende cronológicamente desde enero hasta la actualidad, donde en la primera parte se muestran los globos de colores festivos y alegres, en la segunda parte los coronavirus y la crisis existencial (que creo que no requiere explicación) y en la última parte la secuencia de bolos hacia negro representa el hartazgo.

El ultimo bolo negro también explica que, aunque la exposición a primera vista pueda parecer una fiesta es la primera vez en mi carrera que prescindo del color en los dibujos, pero ese fundido a negro tan solo es un recurso cinematográfico que representa un punto y aparte, y eso quiero transmitir, la esperanza de que esta crisis tan solo será un punto y aparte de algo que se puede superar.

Gracias a Noelia, Chen, Pierre, Ainhoa, Alba, Iván, Katherine, Álex M, Álex P, Alex Q, Laura, Sofía, Leidy, Yinxin y María ja que sin vuestra ilusión esto no habría sido posible.

Garbi KW

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