Can Trinxet


Mientras realizaba el comisariado de la pintada del mural de la fábrica Can Trinxet, por motivos personales decidí prescindir del color por un tiempo hasta que éste no me hiciera parecer absurdo. Justo en este momento de fundido a negro emocional y mientras miraba las obras de rehabilitación de la fábrica, me enteré que uno de los anexos de la fábrica que estábamos pintando (que no es patrimonio de la ciudad) estaba a punto de ser demolido para agrandar un pipican de la plaza. Allí justo delante lo tenía, medio en ruinas, tageado, sucio, tapiado y con un sintecho casi invisible que por las noches se colaba por un agujero y que por las mañanas desaparecía aunque nunca antes sin darme los buenos días y dedicarme una sonrisa.

Justo aquí empieza mi proyecto llamado dignidad, con una clara cuenta atrás. La primera fase fue junto a las chicas de la fundación Idea realizando un taller de varios días sobre muralismo en el que me ayudaron a dar color y en cuanto se terminó y estas dejaron de venir, se convirtió en un reto personal que consistió en dar todos mis colores más saturados de los que días antes renegaba, mis dibujos más bonitos y todo mi amor incondicional a algo, con el único motivo de que sé que no va a durar.

Durante la segunda fase aproveché todo ese tiempo de soledad y concentración a ratos para llorar y otros a meditar sobre estilo y nuevos procesos creativos que estoy empezando a desarrollar. Utilicé el color, lo cute y la felicidad como siempre de forma subversiva y llegué a la conclusión de que el género infantil es una construcción social tan dañina como otras, una forma de relegar todo lo inocente, colorista y bueno a un género menor destinado solo a los niños para justificar nuestras vidas de adultos grises, de rebaños mediocres y de esclavitud capitalista, donde siendo grises somos más fácilmente reemplazables.

El diseño en si es un collage de varias cosas, no hay nada nuevo, hay un poster sobre la diversidad en las familias que hice para una campaña de una organización y que se convirtió en una colaboración de usar y tirar, hay una pagina de un proyecto de libro de colorear que nunca consigo acabar, también hay varios diseños hechos durante la pandemia, algún coronavirus camuflado y personajes de tutoriales que realizaba para YouTube y donde conseguí triunfar y me fui al no tener nada que decir.

Hoy todavía no sé qué día derribaran este anexo, ni si conseguiré verlo y grabarlo, tampoco sé que cierro con esto, pero seguro que es algo importante porque lo siento.
Así que si os gusta o sentís curiosidad, hoy todavía podéis pasar a verlo y sentir que es algo que no va a durar.

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